|   Un 
hombre 
llega 
a 
una 
cafetería, se acerca a 
la 
barra 
y 
le 
pregunta 
al 
	camarero: - ¿Tiene 
café 
frío?
 El 
camarero 
le 
responde:
 - ¡No, no 
tenemos!
 - Bueno, entonces 
quiero 
uno 
caliente.
 Al 
siguiente 
día, el 
mismo 
hombre 
vuelve 
a 
la 
cafetería 
y 
pregunta:
 - ¿Tiene 
café 
frío?
 El 
señor 
recibe 
la 
misma 
respuesta 
negativa.
 Así 
todos 
los 
días 
y 
siempre 
	el 
señor 
 recibe
	la 
misma. Un 
día, el 
	camarero 
de 
la 
cafetería 
recuerda 
que 
pronto 
tiene 
	que 
llegar 
el 
cliente 
del 
café 
frío. Y 
	piensa: le 
voy  a 
preparar 
café 
frío.
 
	Después 
de 
unos 
minutos 
	llega 
el 
señor. Como 
de 
costumbre 
le 
pregunta:- ¿Tiene 
café 
frío?
 - El 
camarero 
con 
	una 
sonrisa 
de 
satisfacción 
le 
dice:
 - Sí 
tenemos.
 El 
cliente 
responde:
 - ¿Me 
lo 
puede 
calentar 
un 
poco, por 
favor?
 
 FIN
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